Dos grandes lecciones me quedan ésta semana, una; lo que está quieto déjalo quieto, dos; no es tan malo intentar algo, si te equivocas sólo perdiste el tiempo, no la oportunidad. Todos crecemos, todos somos tercos a veces, nos aferramos a razones ilógicas, quizás otra enseñanza más: no buscar explicaciones (especialmente si es o fue algo doloroso) todo sucede porque sí, porque así lo provocaste, porque así se dió, o porque no. Aprendí que si alguien se quiere ir se irá, igualmente y así suene a canción desgastada el que quiere quedarse encontrará la manera de hacerlo, a pesar de la distancia. No todos soportan la desilución, no todos perdonan igual, no todos se alejan igual, no todos reclaman, algunos se callan sumisamente, otros con orgullo y silenciosamente van siguiendo su propio camino, cosa que también deberás hacer. En fín, tocar algunas cosas sólo las arruina, rescatar temas puede ser peligroso, puede ser un arma de doble filo, implica revivir emociones, pero cuando alg...