Bariloche
Un ángel pasó y me robó la memoria... Me desperté sin miedo. Miré el panorama y la nieve cubriendo las montañas. Respiré el aire helado de invierno; azul clarito. Caminé por las calles, en medio de los farolitos, cruzando los senderos llenos con hojas de pino seco y el corazón dentro de una caja de bombones de chocolate.